"Desde que empecé a tomar clases de yoga, he notado una gran mejora en mi flexibilidad y fuerza. Además, las sesiones me ayudan a despejar la mente después de un largo día de trabajo, lo que me permite enfrentar mis responsabilidades con más calma y claridad."
"El yoga ha transformado mi vida. Al principio, solo buscaba una forma de hacer ejercicio, pero ahora encuentro en cada clase un espacio para la reflexión y la paz interior. He aprendido a manejar mejor mis emociones y a reducir el estrés, lo que ha impactado positivamente en mis relaciones."
"Cuando comencé a practicar yoga, sufría de ansiedad y problemas de sueño. Gracias a las técnicas de respiración y meditación que aprendí en las clases, he logrado controlar mi ansiedad y ahora duermo mucho mejor. El yoga se ha convertido en un refugio y una herramienta esencial en mi vida diaria."
La postura del niño estira las caderas, los muslos y los tobillos, y alivia el dolor de cuello y de espalda. Es una postura común en el yoga que te ayuda a recuperarte y permite que el cuerpo descanse después de una postura intensa o cuando la clase esté terminando.
Esta es una de las posturas más comunes de yoga. El perro boca abajo es una forma eficaz de estirar todo el cuerpo y mejorar la circulación.
La postura de la pinza sentada es muy común en yoga, ya que ayuda a estirar la espalda, la zona lumbar y los isquiotibiales. Es una buena postura para contrarrestar los movimientos de apertura de pecho en los que se flexiona la espalda, como la postura de la cobra o del camello.
Esta postura es exactamente igual a la postura de la pinza sentada, pero de pie, lo que ayuda a estirar aún más los isquiotibiales.